Fiestas locales
Nerja comienza su calendario de fiestas con la celebración de San Antón los días 16 y 17 de enero. Es una de las fiestas más tradicionales de las que se celebran en Maro –está documentada en el Siglo XVII-. Según la tradición, los dueños de animales en honor de San Antón encendían hogueras y lumbres a las doce de la noche para que el Patrón de los animales protegiese a éstos durante todo el año, de lo contrario enfermarían o morirían.
La Fiesta de San Antón empieza con las típicas hogueras que realizan los vecinos en las puertas de las casas, donde degustan productos típicos de la zona. La quema comienza sobre las 7 de la tarde, tras unos pasacalles de la Banda de Música. Alrededor de una hora después se procede a quemar la hoguera más grande del pueblo, instalada en la plaza de la Iglesia. Aquí de entregan los premios de la fiesta. Luego hay actuaciones hasta bien entrada la madrugada.
El día de San Antón, el 17 de enero, comienza la fiesta a primera hora de la mañana. A las 12 se celebra la misa en honor del santo, patrón de Maro, en la puerta de la Iglesia. Quien lo desee puede ir con su mascota para bendecirlo. A las 8 de la tarde tiene lugar la procesión del Santo, al que los vecinos le brindan la quema de fuegos artificiales en las puertas de sus casas, un espectáculo pirotécnico que no deja indiferente a nadie y que cada año congrega a centenares de turistas. Ya por la noche, se celebra una gran verbena popular que pone el punto y final a la fiesta.
CARNAVALES (febrero)
Febrero llega plagado de risas y color con la celebración de los Carnavales, una fiesta en la que los nerjeños hacen alarde de imaginación con la confección de curiosos disfraces que provocan el asombro y, en muchos casos, las carcajadas de quienes vienen para vivir esta popular fiesta.
Un concurso de chirigotas, la elección del ‘Rey Momo’ y las ‘Ninfas del Carnaval’ en sus distintas modalidades –infantil, juvenil y tercera edad- marcan una celebración que ningún nerjeño se quiere perder.
Los días de fiesta culminan con el conocido como ‘entierro del Chanquete’ en el que los carnavaleros se visten de negro y portan la escultura de un pescado hasta la playa de Calahonda, para quemarlo. De esta manera se dice adiós a esta fiesta en la que participan centenares de vecinos de todas las edades.