Nerja comienza a celebrar la Semana Santa con el Domingo de Ramos cuando una procesión de palmas y olivos recorre las calles del centro urbano. El Miércoles Santo sale a la calle la Cofradía Infantil de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de los Desamparados, bajo la mirada atenta de sus fieles. Llega el Jueves Santo, las calles de Nerja reciben de noche a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. El Viernes Santo procesiona la Hermandad de Jesús Nazareno que pasea por Nerja a Nuestro Padre Jesús Yacente y María Santísima de la Soledad, acompañada, como es habitual en la comarca, de mujeres rigurosamente vestidas de luto. El Sábado de Gloria se celebra en la iglesia de El Salvador, a partir de la 23:00 horas, la noche de la Vigilia Pascual. El Domingo de Resurrección Nerja celebra la vuelta de Jesús con la procesión de la joven hermandad del Resucitado, a quien acompaña la imagen de la Inmaculada. 

En Maro, el Cristo de la Cruz y María Santísima de la Soledad toman las calles del pueblo, el Viernes Santo, en compañía de centenares de fieles y penitentes. 

Nerja despierta en mayo llena de colorido con la celebración, el primer fin de semana, de las Cruces de Mayo. Esta fiesta data de 1.878 y consistía en las canciones que los mozos del pueblo ofrecían a las mozas casaderas el día 30 de abril a partir de la doce de la noche, por ello lo de ‘echar los mayos’ a las chicas. 

Actualmente, esta festividad está bastante arraigada en Nerja, Maro y Frigiliana. Durante este día, las calles de Nerja están adornadas con monumentos florales –el principal en forma de cruz- adornados con mantones de manilla y otros arreos tradicionales. 

Cada altar ofrece a los visitantes gastronomía típica de este día, cuyo principal ingrediente es la miel de caña. Nísperos, batatas, palomitas y como plato rey de la jornada la ‘arropía’ –miel de caña calentada a fuego lento y amasada con dedicación y esmero-. Verdaderas delicias para el paladar.